El aborto es un tema muy delicado y muy personal para la mujer, y por ello queremos exponer toda la información sobre su tipología para que tengas una perspectiva completa y puedas tomar la decisión adecuada.

Abortar tiene que ser una decisión libre e informada que respete los derechos reproductivos de la mujer y sus circunstancias particulares, ya que las razones del aborto abarcan un espectro muy amplio.

Por ejemplo, aquí puedes ver las razones más comunes por las que una mujer decide abortar y podrían ayudarte a tomar una decisión.

En cualquier caso, no es lo mismo abortar de manera voluntaria, con un aborto inducido o provocado, que un aborto natural o espontáneo, y vamos a ver cuáles son las diferencias entre cada uno.

Aborto natural o espontáneo

Se trata de la interrupción involuntaria del embarazo antes de la semana 20 de gestación, y puede haber varios según las circunstancias:

– Según la frecuencia: puede ser esporádico o de repetición.
– Según el saco gestacional: según si el saco es embrionado o anembrionado.
– Según la variedad clínica: hay diferencias entre el aborto completo, incompleto o diferido.
– Según la edad gestacional: pueden ser precoz, tardío y también podría hablarse del aborto bioquímico.

Aborto inducido o provocado

Se trata de interrumpir el proceso de embarazo de forma voluntaria y premeditada, y hay dos tipos:

– Aborto terapéutico
– Interrupción voluntaria del embarazo

En ese artículo queremos que conozcas en qué consiste el aborto inducido, qué particularidades tiene y puedas ver cuál se ajusta mejor a tu situación. Y, sobre todo, recuerda que en Clínica Ginecológica Sants estamos para asesorarte y ayudarte en todo el proceso.

Aborto inducido o provocado

Se trata de una interrupción del proceso de embarazo de forma premeditada y que, por supuesto, debe llevarse a cabo por profesionales médicos. Este, a su vez, puede ser subdividido en:

Aborto terapéutico

Se habla de aborto terapéutico cuando debe ser realizado porque el embarazo implica un riesgo grave de salud, ya sea físico o mental, para el feto o para la madre.

Pueden ir desde malformaciones del feto hasta afecciones o enfermedades incompatibles con la vida. Ha de estar prescrito por un profesional médico y, dependiendo del momento del embarazo, se opta por un proceso u otro.

En España puede realizarse hasta la semana 22 del embarazo y la elección de hacerlo es totalmente voluntaria, aunque a veces puede ser no deseada.

Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE)

Se trata de la interrupción por libre elección de la mujer embarazada, hasta la semana 14 de gestación.

Aborto farmacológico y quirúrgico

Existen dos procesos para llevar a cabo el aborto inducido o provocado con su diferentes características:

Aborto farmacológico

El aborto farmacológico se trata de la toma de medicación en dos momentos diferentes, uno para finalizar el proceso embrionario y otro para favorecer la expulsión del contenido uterino.
Puede realizarse hasta las 9 semanas de gestación, aunque el riesgo de efectos adversos aumenta a medida que avanza el tiempo.

El proceso evita la intervención quirúrgica, pero es necesario acudir varias veces al centro médico para controlar que el proceso haya sido efectivo y evitar cualquier tipo de complicación.

Su efectividad es del 95 al 98% en los casos registrados. No afecta a la fertilidad posterior de la mujer, no hay riesgo de lesiones en la matriz, es más natural y aceptado por muchas mujeres y conlleva una mayor privacidad y autonomía.

Ahora bien, también entraña alguna desventaja como que el proceso es más lento, el sangrado puede ser más abundante y el dolor puede extenderse en cuanto a duración.

Aborto quirúrgico

También conocido como aborto instrumental, puede realizarse entre las 4 y 22 semanas de gestación y existen distintas técnicas en función de cómo de avanzado esté el embarazo.

Está el aborto por Dilatación y Aspiración (DyA), el procedimiento menos lesivo y aconsejado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Consiste en la dilatación del cuello uterino para introducir una cánula que extraiga el contenido del útero. Suele realizarse con anestesia local con una duración de entre 5 y 10 minutos.

Otra técnica es el aborto por Dilatación y Evacuación (DyE).
Es un proceso muy similar al anterior, aunque implica una mayor dilatación del útero y el uso de pinzas especiales para extraer el contenido del útero. También suele realizarse con anestesia local y la intervención dura entre 10 y 20 minutos.

Por último, está el aborto por inducción, que se recomienda cuando el estado de gestación es más avanzado y consiste en la utilización de fármacos para la parada embrionaria y la estimulación de contracciones que favorezcan la inducción. Normalmente, el tiempo de la intervención es indeterminado en función de cada caso según las semanas de gestación.

Las ventajas de este tipo de procesos incluyen un procedimiento más rápido, menor dolor, menor riesgo de infección y mayor seguridad de que el embarazo ha terminado correctamente.

Sin embargo, existe una manipulación del útero que, aunque muy inhabitual (en menos del 1% de los casos), puede causar lesiones. Por esa razón es importante realizarlo en centros médicos especializados.

Puedes consultar con nuestros profesionales y echar un vistazo a los diferentes tipos de procedimiento que llevamos a cabo en nuestra clínica.